Desde los primeros elevadores en la historia, los avances tecnológicos han permitido la adaptabilidad de esta tecnología para satisfacer distintas necesidades, desde la construcción de un edificio hasta lo más sencillo como subir un escalón.

Existen varios tipos de elevadores, uno de ellos que prevalece hasta nuestros días, son las sillas salvaescaleras. ¿Habías escuchado antes de ellas? ¡Aquí te las presentamos!.

Las sillas salvaescaleras constan de un sistema elevador que consiste de una silla o pequeña plataforma que por medio de un riel instalado a lo largo de una escalera se desplaza de un nivel a otro. Sea un asiento o una plataforma, puede instalarse sobre cualquier escalera, subir y bajar personas o pequeños objetos, según la capacidad del modelo.

Este tipo de elevador va dirigido a personas de la tercera edad, con capacidades diferentes o con movilidad reducida.

Sus características principales son:

Capacidad: Únicamente permite transportar a un usuario por trayecto.

Adaptabilidad: Es adecuada para cualquier tipo de escalera, sean curvos, rectos, de uno o más tramos.

Práctico: Su funcionamiento es fácil y seguro, puede controlarse por el usuario o por un control remoto que permite llamarlo desde otra planta.

Pequeños: Ocupan un reducido espacio, lo que permite el flujo de personas por el espacio restante en la escalera.

Puede instalarse en edificaciones que no dispongan espacio para un ascensor o sean muy antiguas e imposibles de modificar.

Las sillas salvaescaleras cuentan con ventajas que ningún otro sistema elevador tiene y gracias a sus avances tecnológicos existen variedad de modelos y diferentes acabados dentro de los que puedes elegir, sea para la escalera de tu hogar o empresa.